sábado, 22 de septiembre de 2012

Totora y capulí


Totora y capulí...
Me pregunto qué será, de mi andina muchachita,
que danzaba con el viento como espiga de totora,
la de los labios risueños con sabor a capulí…
¿Seguirán siempre sus risas alegrando la pradera?
¿llevará aún en la mano, la sortija que le dí…?

¿Se acordará de las tardes, que jugando la seguía,
Y se subía a los árboles escapándose de mí…?
¿Recordará que en la copa, en mis brazos la cogía,
cuando callaban sus risas, con emoción me ofrecía
una promesa en los labios, que me decían que sí…?

La recuerdo emocionada, los ojos medio cerrados
temblando cual mariposa, por el beso que le dí…
Y recuerdo la ternura de nuestro primer encuentro,
las palabras amorosas, las caricias deliciosas,
la magia de aquel instante, que con ella yo viví.

Aún recuerdo los campos donde transcurrió mi infancia
aquellos felices tiempos  que con ella compartí,
seguimos otros caminos, el olvido y la distancia,
y de esa aventura inocente que vivimos solo queda
el resplandor en la hierba, del amor que yo sentí.

¿Dónde estará ahora mi dulce muchachita
de talle de totora y labios de capulí...?